La gente como niños.

Cada vez se me hace más difícil evitarlo. Concentrarme en la actitud que intentan proyectar, la seguridad, el enojo, la rabia, la sabiduría, etc. TODO. Son sólo formas, manejos de palabras y posturas musculares (corporales & faciales), aprendidas por niños. Con el tiempo se hace más fácil, como la mayoría de las cosas, es sólo práctica, aunque en mi caso no fue algo consciente. Al comienzo, eran algo así como visiones, pequeños vistazos, como antiguas fotografías que me daban risa... diciendome "las weas que pienso..." y lo atribuía a mi usual falta de concentración. Pero a medida que se fueron repitiendo empecé a asumirlas como lo que eran, y repentinamente su propósito fue revelado. Me sirven para no enojarme, ni darle tantas vueltas a las cosas, porque se que al final de cuentas somos todos lo mismo (no por decirlo de una manera utópica ni religiosa "hermano"), sino niños, desorientados... en pelota, tratando de armarnos de los mejores juguetes, las mejores historias y herramientas que podamos para GANAR en el juego. Solo fíjense en la cara de un enano de un año o por ahí, hasta 6 o 7... mirenle los ojos, las ganas que tienen de empezar a descifrar todo, para iniciar su experiencia de aprendizaje y recolección de lo que comúnmente llamamos "vida terrenal". Olvide lo del propósito... no enojarse ni tomarnos demasiado en serio, como dijeron alguna vez "Live and Let Die" (or Let Live) o más vulgarmente, pero igual de sabio, "Huele tu propio peo". Dejemos jugar y no nos afectemos tanto por como juegan los demás.